Soy una de esas personas raras comunes con pasión y compasión que no buscan razones ciertas, hay puertas que no deberían ser abiertas, uno de esos locos que les disgusta la actividad física en extremo y la luz del nuevo día, huyo de la tormenta cuando esta se aleja, atesoró besos como coleccionar estrellas y escribo versos de amor que nadie lea. Soy el amante de la muerte que no sabe de una vida diferente, un ser de un universo paralelo, un mundo visto en la obscuridad desde la luna y enmedio una cortina de humo, noble en la miseria, orgulloso de si mismo pero patético por naturaleza, mitomano verdadero de pasiones agenas, melancólico silencioso, caminante trazado, persistente fantasma, admirador de la imaginación preclara, idealista utópico y soñador cautivo inquieto de perseguir ávidamente alguna quimera. Que más puedo decir, no se sí soy lo que era antes de saberme a mí mismo o es esté otro sueño que se piensa al dormir.